Retirada de depósitos de uralita en altura

Descripción detallada

Tras analizar la situación, determinamos que la única opción viable y segura para la retirada de estos depósitos fue el uso de nuestro camión con grúa telescópica HIAB, diseñado para maniobras de precisión con cargas delicadas a gran distancia.

Antes de la intervención se realizó un cálculo detallado de las distancias de trabajo, evaluando el peso de los depósitos, la altura de la azotea y la distancia desde la calle para asegurar que el brazo de la grúa podría llegar, elevar y manipular los elementos sin riesgo de colisión o caída.

Proceso de retirada

El proceso operativo comenzó con el vaciado completo del líquido residual que podían contener los depósitos. Una vez vacíos, el equipo procedió a su desfijación del suelo con extremo cuidado, utilizando herramientas manuales y técnicas de trabajo tales para evitar cualquier grieta o fractura en el material.

Como medida de seguridad adicional y para prevenir absolutamente la dispersión de fibras de amianto, los depósitos se rociaron con líquido encapsulador. Este producto actúa aglomerando las posibles fibras superficiales que puedan desprenderse, creando una capa protectora. Posteriormente, se practicaron dos orificios estratégicos en cada depósito, por los que se hizo pasar un espárrago de acero que sirvió como punto de sujeción sólido y estable para que la grúa elevara los elementos.

La fase final y más crítica fue la maniobra de la grúa HIAB. El espárrago de acero permitió levantar cada depósito de forma controlada y vertical, sin movimientos extraños.

Los depósitos fueron elevados con seguridad desde la azotea y depositados suavemente en la caja del camión y posteriormente en las bolsas específicas para residuos con amianto, sin que sufrieran ningún daño. Finalizada la retirada, se llevó a cabo una limpieza exhaustiva de la superficie de la azotea para eliminar cualquier posible resto, y se comprobó que la zona en la que habían sido instalados los depósitos no presentaba daños estructurales.

Este método garantizó una intervención limpia, segura y eficiente, resultando un reto logístico sin comprometer en ningún momento la salud de las personas o el medio ambiente, sin fragmentar los elementos, trabajando desde la calle sin tener que entrar maquinaria al jardín de la finca, y sin manipular los depósitos en exceso.